Los espacios artísticos como el Teatro Biobío están concebidos para difundir obras a todos los públicos y también para proponer talleres o encuentros con artistas. Una de las primeras misiones intrínsecas de estos lugares es educar a los públicos en las artes, y es en esta dinámica que un grupo de estudiantes de 8vo básico del Liceo Domingo Santa María de Concepción ha podido disfrutar de talleres artísticos con la compañía de espectáculos Los Fi, relacionados con la concientización del reciclaje y el medio-ambiente.
Es importante sensibilizar a los mas jóvenes a las artes vivas, pero también a trabajar su creatividad, su imaginación o su sentido de la critica. El teatro, la danza o la música son muchas veces las disciplinas adecuadas para transmitir conocimientos y destacar los desafíos de las generaciones futuras en cuanto a su ciudadania, las migraciones o el cambio climático … Con el distanciamiento social que vivimos, reunirse en los lugares habituales de la cultura no es aún posible, es por ello que el TBB decidió ir hacia los públicos para seguir creando vínculos, en particular con los mas jóvenes, ellos serán la audiencia de mañana, futuros ciudadanos con el derecho de votar y criticar.
El Teatro Biobío organizó en conjunto a FITAM (Fundación Teatro a Mil) y la compañía de espectaculos Los Fi una actividad para el público escolar, dónde se realizaron dos talleres los días 17 y 19 de agosto, liderados por actores de la compañía. Walther Molina del área de programación del Teatro Biobío nos cuenta: « fueron trabajando diferentes temáticas en relación a la creación y composición de canciones basadas en el cuidado del medio ambiente ». En un segundo tiempo, el domingo 23 de agosto se realizó el espectáculo de los FI “Chau, adiós chatarra electrónica” , una actividad abierta, libre de acceso para los estudiantes, sus familias, el público general del TBB.
Este tipo de actividades lúdicas permiten enseñar y sensibilizar al público joven gracias al entretenimiento. Para Walther, « estaban agradecidos por la oportunidad y por considerarlos en esta actividad, además era algo diferente a lo que realizaban comúnmente, por lo que aporta a su desarrollo personal. Yo creo que la enseñanza que deja esta actividad es poder confiar y creer que somos capaces de crear con aquellas cosas más simples que podemos encontrar en nuestras casas, el límite es solo la imaginación. »
Esta actividad animó particularmente el entusiasmo creativo de los estudiantes, y en especial, el de Amelia Fariñe, quién compartió con el equipo del Teatro Biobío un trabajo personal hecho desde su casa con plasticina y montaje de video. La video stop motion llamada « La búsqueda de un hombre sin cabeza » mezcla humor, drama, técnica e ingenio. Una producción made in Biobío que impresionó al equipo del recinto cultural por el eco que hace esta producción artística al taller con Los Fi. Walther concluye : «la verdad es que fue un momento de mucha alegría ya que tiene un gran significado emocional, siempre es importante y bonito cuando es posible compartir la alegría de la creación artística por parte de las y los más pequeños”
Los Comentarios de Amelia respecto a su trabajo